Dice Emilio Lledó:
"A mí me llama la atendción que siempre se habla y, con razón, de libertad de expresión.
Es obvio que hay que tener eso, pero lo que hay que tener, principal y primariamente, es libertad de pensamiento.
¿Qué me importa a mí la libertad de expresión si no digo más que imbecilidades?.
¿Para qué sirve si no sabes pensar, si no tienes sentido crítico, si no sabes ser libre intelectualmente?".