En realidad no elegimos libremente, en toda elección estamos siendo condicionados por nuestro propio ser, por nuestros deseos, por nuestro concepto de obligación, por nuestro concepto del deber, por el de los demás, por el qué dirán, que a veces es difícil deshechar, porque no olvidemos que somos humanos y el humano nunca es infalible. Nos condiciona nuestra herencia, educación, genética, aspecto, apariencia, ideología. Por muy libres que creamos ser, todos estos condicionantes los tenemos y debemos temer tenerlos, para hacernos fuertes y objetivizarlo todo, relativizarlo todo, para no ser presa de factores que puedan determinar erro o incluso caer en abismos. La información se asume también condicionada por todas estas cosas, por todos los factores anteriormente expuestos. La información, comunicación, todo nos influye en la medida en que nosotros lo dejemos en realidad.