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Mostrando entradas de 2020

Una enseñanza de Katharine Hepburn

Katharine Hepburn   Reproduzco un texto que narraba Katharine Hepburn, una gran artista y una buena persona, que lamentablemente ya no se encuentra físicamente entre nosotros. Un espíritu libre, sensible, exigente y exitosa.   ′′Una vez cuando era adolescente, mi padre y yo estábamos haciendo fila para comprar entradas para el circo. Finalmente, solo había otra familia entre nosotros y el mostrador de entradas. Esta familia me causó una gran impresión. Había ocho niños, todos probablemente menores de 12. años. De la forma en que estaban vestidos, se podía decir que no tenían mucho dinero, pero su ropa era limpia, muy limpia. Los niños eran bien educados, todos ellos parados en la cola, de dos en dos detrás de sus padres, tomados de las manos. Estaban emocionados por los payasos, los animales, y todos los actos que verían esa noche. Por su emoción, podías percibir que nunca habían estado en el circo antes. Sería un punto culminante en sus vidas. El padre y la madre estaban a la cabeza

Somos globos llenos de sentimientos en un mundo de alfileres

Colaboración de Isabel Martín Sánchez Y de repente, un día te levantas, secas tus lágrimas, miras tus heridas... Te recompones, respiras hondo, te elevas por encima de toda tribulación y dejas ir, sueltas... Te quitas la venda, esta vez para siempre y miras de nuevo, sin maquillaje, sin artificio, dándote de cara con la realidad, la tuya, no la que otros quieren que veas.   Y te das cuenta de la falsa, del tiempo perdido, del desgaste emocional de intentar salvar lo que estaba muerto.   Y miras las heridas de una batalla que enfrentaste solo y decides marchar sin esa parte de ti que te dejó fuera de combate antes de que supieras que estabas en guerra, y te ves huérfano, sin esa parte que te amputaron... pero sigues y ves que tu camino es el mismo, que tú meta sigue ahí y que el peso que cargabas en tu mochila se va haciendo más liviano a medida que tomas consciencia. Entonces, miras atrás por última vez y te despides, das las gracias por esa fuerza inusual que te nació ¡Gracias!   Mir

Ideas espirituales sobre la situación actual

  Colaboración del Dr. Lluciá Pou Sabaté Es " parte de una entrevista que me hicieron, con algunas , espero que te guste. Saludos! Llucià "   -Como teólogo, ¿cree que el cristianismo está viviendo un repunte gracias al coronavirus? -Imagino que sí, pero no por lo que dicen muchos de que sea algo venido del cielo para castigar o cambiar el mundo. Todavía nos queda mucho por aprender: pienso que hemos de huir de pensar que Dios ha mandado esta pandemia para que mejoremos. Hemos vivido una época del  tener , un estado del bienestar, y hemos de pasar a priorizar el  ser  más que el  tener , el  bien-ser  más que  bien-estar . En definitiva, se trata de una alquimia del pensamiento,  despolarizándonos de esas cosas materiales que hemos dicho  y, si limpiamos todo eso que nos quita la paz, encontramos lo que Dios quiere: que tengamos paz. “Yo tengo pensamientos de paz y no de aflicción”, señala el profeta Jeremías. Todo lo que desasosiega y llena de inquietud no viene de D

Cuando escoges tu comportamiento, escoges las consecuencias

Colaboración de nuestra sabia amiga Isabel Martín Sánchez. Toda historia merece un final feliz, aunque ¿Quien decide qué es o no felicidad?.   Hay quien es feliz contemplando un atardecer y hay quien necesita la autocomplacencia y el reconocimiento.   Para unos, la felicidad es un sentimiento de agradecimiento por lo que tiene, para otros, la ambición de lo que quiere tener; una etiqueta, una posición social y hay quien es capaz de hacer lo imposible y lo inadmisible para conseguir ese reconocimiento hipócrita y falso que lo encumbra en la cresta de su egocentrismo .   No, no es más feliz el que más tiene, ni el que más aparenta. No puede ser feliz quién llega a una meta que no le corresponde y corre en una carrera que no es la suya usurpando un sitio que no le pertenece.   No todos pueden ser felices con una puesta de sol o respirando oxígeno en libertad, hay quien necesita la prisión del materialismo y las apariencias para sentir que sin eso no existe la felicidad, esa que, sin emba

Hay que luchar siempre. El ejemplo de

Jim Thorpe, Indio estadounidense de Oklahoma, que fue discriminado por propios y extraños. En la fotografía se aprecia que lleva zapatos y calcetines diferentes. Estamos en los Juegos Olímpicos de 1912 y Jim Thorpe representaba en atletismo a su país, pero la misma mañana de la competición le robaron los zapatos.   Thorpe terminó encontrando dos zapatos en un contenedor de basura, que son los que lleva puesto en la foto.  Uno de ellos era demasiado grande, tuvo que utilizar un calcetín extra.  Con esos zapatos que encontró en la basura tras haber sido rebados los suyos propios para la competición, ganó dos medallas de oro ese día.   Este es un mensaje alentador, porque no basta de decir que es dura la vida, que es cruel e injusta, que lo es, pero no sirve de nada decirlo. Lo que sirve es vivir, ser valientes, darse por vencidos podría ser un síntoma de cobardía.   Hay que pensar y actuar en positivo desde el Amor, desde el amor propio y al prójimo.  

Su cabello se había cubierto de polvo de espera

 Isabel vuelve a colaborar con un maravilloso texto: Su cabello se había cubierto de polvo de espera , su cuerpo de meridianos y paralelos en un sin fin de líneas que surcaban su geografía. Las horas, con su cadencia sorda y aburrida, pasaban, a veces lenta, a veces rápida, mientras, los latidos de su corazón se acompasaban al ritmo de sus pensamientos.   Algo había desatado una tormenta, o varias, en su interior. Se miró en el espejo de sus emociones y vio un reflejo triste y apagado, sintió sus raices mutiladas impunemente, sangró de desarraigo y lloró.   Cerró los ojos y recordó historias ancestrales, heredadas de generación en generación.   Invocó a su linaje femenino, a las mujeres de su estirpe, fuertes, con muchos renglones escritos y muchos, aún, por escribir. Cogió esos hilos de historia de los que formaba parte, los juntó con los que emanaban de su interior y pensó que tenía que seguir tejiendo con amor y agradecimiento, honrando y sanando, completando lo que faltaba, soltan
Isabel Martín Sánchez dixit: Y así... como quien no quiere la cosa... lentamente... se van sanando las heridas. Se toma conciencia de que no todo vale ni es para siempre, que se puede elegir a quien dejar entrar en tu corazón, pero no a quién te dé paso en el suyo; que no se da segundas oportunidades a quien no apreció la primera; que las cosas son como son y no como quisiéramos que fuesen; que nuestro camino, nuestra historia, nuestras experiencias... son solo nuestras y solo nosotros podemos juzgarla; que no podemos ni cambiar, ni maquillar, ni olvidar lo que nos hizo daño, porque eso deja la puerta abierta a repetir y el palo que golpea una vez puede hacerlo hasta romperse; que una acción vale más que mil palabras y una actitud más que una acción; que la verdad no mancha los labios de quién la defiende sino la conciencia de quién la oculta; que hay gente que merece la pena y otras que ni pena merecen; que vibrar alto es hacerlo desde el amor; que la ira, la rabia,

Inteligencia emocional la gran olvidada, reflexiones

a inteligencia emocional, es la gran olvidada, en la educación, en lo laboral, en la vida. Debería enseñarse en los colegios desde la básica.  Hay algo que hay que tener en cuenta y es la diferencia de educación que se ha dado a mujeres y a hombres. A los niños se los educaba para resolver problemas, a las niñas de un modo más pasivo, para ser protegidas, pero la vida, la civilización ha cambiado tanto que estos presupuestos ya no valen para nada. Para estar bien es necesario cierto dominio de la inteligencia emocional sumada conuna dosis suficiente de energía vital. La energía vital tiene que ver también con condicionantes psicosomáticos, si estudiamos un poco el tema biorritmos veremos que existe una predisposición natural desde el nacimiento y nuestros actos responden a esa composición que se nos da en el momento del nacimiento.  Existe un determinismo, al margen de lo que cada cual trabaje sobre sí mismo, al margen del proyecto de trascendencia que tenga cada