Colaboración de nuestra sabia amiga Isabel Martín Sánchez. Toda historia merece un final feliz, aunque ¿Quien decide qué es o no felicidad?. Hay quien es feliz contemplando un atardecer y hay quien necesita la autocomplacencia y el reconocimiento. Para unos, la felicidad es un sentimiento de agradecimiento por lo que tiene, para otros, la ambición de lo que quiere tener; una etiqueta, una posición social y hay quien es capaz de hacer lo imposible y lo inadmisible para conseguir ese reconocimiento hipócrita y falso que lo encumbra en la cresta de su egocentrismo . No, no es más feliz el que más tiene, ni el que más aparenta. No puede ser feliz quién llega a una meta que no le corresponde y corre en una carrera que no es la suya usurpando un sitio que no le pertenece. No todos pueden ser felices con una puesta de sol o respirando oxígeno en libertad, hay quien necesita la prisión del materialismo y las apariencias para sentir que sin eso no existe la felicidad, esa que, sin emba