Colaboración de Isabel Martín Sánchez: Hablaba la razón, pura lógica, desde el cerebro. Escuchaba el corazón, atento y con sentimiento. -"No te dejes embaucar por palabras bellas pero vacías, no quieras ver lo que no hay en emociones fingidas" Valiente y apasionado el sentimiento se enfada, encerrado en el corazón, todo pasión, todo ganas. No entiende que se hagan risas si no se está contento Ni de “te quiero” falsos, ni de abrazos a destiempo. -"Fría y calculada razón que conoces bien la cabeza Haces bien en no fingir, pones juicio a mi demencia. No intentes convencerme el alma que me llena de emociones, los rincones de mi corazón están repletos de traiciones. Yo aprendí a vivir, gestionando alegrías y penas, por mucho que me razones, seguiré con mi condena" El corazón agradecido intenta agregar talento. Mientras la razón, desde el cerebro, se encariña al sentimiento Isabel M. S.