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Mostrando entradas de 2022

La cultura del error

Compartido por  Jorge Inda en LinkedIn " Un día, un profesor escribió así en la pizarra: 9x1 = 09 9x2 = 18 9x3 = 27 9x4 = 36 9x5 = 45 9x6 = 54 9x7 = 63 9x8 = 72 9x9 = 81 9x10 = 91 En la sala se hicieron muchas burlas porque el profesor se había equivocado: 9x10 = 91, siendo que la respuesta correcta es 90. Todo el salón se rió de él. Entonces esperó que todos se callaran, y solo después dijo: ¡Así es como eres visto en el mundo! Yo me equivoqué a propósito para mostrarles cómo el mundo se comporta ante algún error tuyo. Ninguno de ustedes me felicitó por haber acertado nueve veces! Ninguno que te haya visto haciendo lo correcto te elogió por eso. ¡No! Pero todas las personas te ridiculizaron, blasfemaron, humillaron y se burlaron de ti porque te equivocaste solo una vez. ¡Así es la vida! Debemos aprender a valorar a las personas por "Sus aci

A veces la mejor respuesta es el silencio

En una carrera, el corredor Abel Mutai, representante de Kenia, estaba a solamente a unos metros de la línea de meta, pero antes de llegar se confundió con la señalización; confundido se detuvo, pensó que ya había terminado la carrera. El corredor español, Iván Fernandez, estaba justamente detrás de él y se dio cuenta de lo sucedido. Al darse cuenta empezó a gritar al keniano para que pudiera seguir corriendo. Mutai no sabía español y no le entendió. Entonces Iván Fernandez lo empujó hacia la victoria. Un periodista le preguntó a Iván que por qué había hecho aquello, a lo que Iván respondió: " Mi sueño es que algún día podamos tener una especie de vida comunitaria ". Y el periodista volvió a insistir: ¿Pero, por qué dejaste ganar a Kenia? Iván contestó que no lo dejó ganar, que "é l iba a ganar " (de todas formas). Entonces el periodista le dijo: " ¡Pero podrías haber ganado! ". A lo que respondió Iván mirándole: " . ..Pero, ¿cuál sería el mér

La vida es eso que se escribe al compás de las agujas de un reloj

 Colaboración de Isabel Martín Sanchez: "La vida es eso que se escribe al compás de las agujas de un reloj, con tinta de experiencia, caligrafía de emociones y color de actitud sobre el lienzo de nuestra piel. La vida es eso que perdemos en cada suspiro, a pulsaciones pausadas o latidos acelerados, entre risas dulces o lágrimas saladas. Es un ovillo con el que tejer nuestra historia. Entre nacer y morir solo hay un instante y se llama VIDA. Sus cabellos, antes endrina y ahora plata, caían en cascada sobre sus cargados hombros. Su rostro, de piel marchita por los años, mostraba una sonrisa dulce como el caramelo, que transmitía a través de sus ojos brillantes, iluminando allí donde miraba. Su tacto suave, su hablar pausado... Sus caricias de terciopelo. Sus brazos, alas de ángel. Al lecho de sus recuerdos había trasladado la luz de sus mejores amaneceres para ofrecer un espléndido atardecer. Vivió la primavera de su vida escogiendo de aquellas flores lo que solo su alma era capaz

La Tierra no nos pertenece, nosotros pertenecemos a la Tierra

    El presidente de Estados Unidos, en 1854, quiso comprar la tierra de los indios Suwamish. Esta es la carta que Seattle, el jefe indio, escribió al presidente el día 16 Septiembre 2019, Franklin Pierce, decimocuarto presidente USA, esclavista y expansionista.    El jefe Seattle, lo era de la tribu Suwamish, los territorios en cuestión estaban al noroeste, en lo que hoy es el estado de Washington. La respuesta del jefe indio fue un discurso dirigido al gobernador territorial Isaac I. Stevens, fue conocida como la Respuesta del jefe Seattle. Campamento de Toro Sentado en la Reserva de Standing Rock. Archivo Bettmann / Getty Images Las palabras del jefe indio se convirtieron en la década de los setenta en una especie de manifiesto del movimiento ecologista, ya que la carta hace hincapié en la humildad, en la conexión del hombre con la naturaleza y advierte de las consecuencias de la actitud occidental frente a esta. Las preocupaciones del jefe indio Seattle siguen siendo nuestras pre

Sobre la muerte y la eternidad

  Dijo Eckart Tolle en El Silencio Habla:   "La gente suele sentirse incómoda con los finales, porque cada final es una pequeña muerte. Por eso en muchas lenguas, la palabra “adiós” significa volveremos a “vernos”.   Cuando una experiencia – una reunión de amigos, unas vacaciones, que tus hijos crezcan y se vayan de casa – llega a su fin, mueres un poco. La “forma” que esa experiencia tenía en tu conciencia  se disuelve. Esto suele producir un sentimiento de vacío que muchas personas prefieren no sentir, no afrontar.   Si puedes aprender a aceptar, e incluso a dar la bienvenida a los finales de tu vida, tal vez descubras que el sentimiento de vacío, que inicialmente te pareció incómodo, se convierte en una sensación de espacio interno que es profundamente apacible.   Aprendiendo a morir diariamente de este modo, te abres a la vida".

Para tí

 Colaboración de Isabel Martín Sánchez     Para ti, que amas por encima de ti.   Para tí, que das sin recibir.   Para quien buscó y no encontró.   Para quien encontró y no supo corresponder...   Para quien, a pesar de las dificultades, siempre descubrió un motivo para seguir y una oportunidad  para crecer.   Para los que estuvieron, los que están y los que estarán.   Había oscurecido, tumbada en su hamaca miró al cielo envuelto en sombras y lo imaginó como un grandioso acerico cuajado de brillantes alfileres, soñó en recomponer los jirones de su alma herida y zurcirlos con esos finísimos hilos de luz, mágicos y transparentes, que atraviesan el firmamento uniendo constelaciones.   Sintió el beso de una refrescante brisa que, en el calor de la noche, traía aromas a yerbabuena recién regada, a romero, a jazmines y arrayán... a "conciencia" de flores blancas.   Sintió ese éxtasis que penetra por los sentidos, que conecta lo humano y lo divino, cuerpo y espíritu y se sintió infin

Lo pobres que son los ricos

  Compartido por Jorge Inda en In "Un Padre económicamente acomodado, queriendo que su hijo supiera lo que es ser pobre Lo llevó para que pasara un par de días en el monte con una familia campesina. Pasaron tres días y dos noches en su vivienda del campo. En el automóvil, retornando a la ciudad, el padre preguntó a su hijo: ¿Qué te pareció la experiencia?… Buena, contestó el hijo con la mirada puesta a la distancia. Y… ¿Qué aprendiste?, insistió el padre… El hijo contestó: 1.- Que nosotros tenemos un perro y ellos tienen cuatro. 2.- Nosotros tenemos una piscina con agua estancada que llega a la mitad del jardín… Y ellos tienen un río sin fin, de agua cristalina, donde hay pececitos, y otras bellezas. 3.- Que nosotros importamos linternas del Oriente para alumb

El helecho, el bambú y el hombre

  "Una mujer decidió darse por vencida... renunció a su trabajo, a su relación, a su vida. Fue al bosque para hablar con un anciano que decían era muy sabio. -¿Podría darme una buena razón para no darme por vencida? le preguntó. -Mira a tu alrededor, le respondió el maestro, ¿ves el helecho y el bambú? -Sí, respondió la mujer.... -Cuando sembré las semillas del helecho y el bambú, las cuidé muy bien. El helecho rápidamente creció. Su verde brillante cubría el suelo. Pero nada salió de la semilla de bambú. Sin embargo no renuncié al bambú. En el segundo año el helecho creció más brillante y abundante y nuevamente, nada creció de la semilla de bambú. Pero no renuncié al bambú. En el tercer año, aún nada brotó de la semilla de bambú. Pero no renuncié al bambú. En el cuarto año, nuevamente, nada salió de la semilla de bambú. Pero no renuncié al bambú. En el q

Hablaba la razón

Colaboración de Isabel Martín Sánchez: Hablaba la razón, pura lógica, desde el cerebro. Escuchaba el corazón, atento y con sentimiento. -"No te dejes embaucar por palabras bellas pero vacías, no quieras ver lo que no hay en emociones fingidas" Valiente y apasionado el sentimiento se enfada, encerrado en el corazón, todo pasión, todo ganas. No entiende que se hagan risas si no se está contento Ni de “te quiero” falsos, ni de abrazos a destiempo. -"Fría y calculada razón que conoces bien la cabeza Haces bien en no fingir, pones juicio a mi demencia. No intentes convencerme el alma que me llena de emociones, los rincones de mi corazón están repletos de traiciones. Yo aprendí a vivir, gestionando alegrías y penas, por mucho que me razones, seguiré con mi condena" El corazón agradecido intenta agregar talento. Mientras la razón, desde el cerebro, se encariña al sentimiento Isabel M. S.

Nelson Mandela sobre la violencia y el rencor

"Después de convertirme en presidente, le pedí a algunos miembros de mi escolta que fuésemos a pasear por la ciudad. Tras el paseo, fuimos a almorzar a un restaurante. Nos sentamos en uno de los más céntricos, y cada uno de nosotros pedimos lo que quiso. Después de un tiempo de espera apareció el camarero trayendo nuestros menús. Fue justo entonces cuando me di cuenta de que en la mesa que estaba justo frente a la nuestra, había un hombre solo, esperando ser atendido. Cuando fue servido, le dije a uno de mis soldados: ve a pedirle a ese señor que se una a nosotros. El soldado fue y le transmitió mi invitación. El hombre se levantó, cogió su plato y se sentó justo a mi lado. Mientras comía sus manos temblaban constantemente y no levantaba la cabeza de su comida. Cuando terminamos, se despidió de mí sin apenas mirarme, le di la mano y se marchó. El soldado me comentó: Madiva, ese hombre debía e

Discutir con necios es perder el tiempo

  La peor pérdida de tiempo no es otra que discutir con un necio o con un fanático al quien no le importa más que salirse con la suya, no le importa la verdad, no ve la realidad tal cual es, sino sólo la victoria de su voluntad, de sus creencias, de sus ilusiones.  No hay que perder tiempo en discusiones con estas personas porque no tienen sentido. Como dijo el mago: "No le de más vueltas, no tiene sentido"..., y esto es porque hay personas que por muchas evidencias, por muchas pruebas que se les presenten, no son capaces de comprender, no quieren; y a otras las ciega su ego, el odio, el resentimiento, lo único que quieren es tener la razón, aunque incluso sepan que no la tienen. Es tal y como decía el refrán: "Cuando la ignorancia grita, la inteligencia calla".  Así que hay que valora, pero sobre todo saber que nuestra paz y tranquilidad valen infinitamente más que trifulcas sin sentido. Existe una fábula con moraleja, según la cual hay que evitar de todas tod

Ser libre intelectualmente

    Dice Emilio Lledó: "A mí me llama la atendción que siempre se habla y, con razón, de libertad de expresión.  Es obvio que hay que tener eso, pero lo que hay que tener, principal y primariamente, es libertad de pensamiento. ¿Qué me importa a mí la libertad de expresión si no digo más que imbecilidades?. ¿Para qué sirve si no sabes pensar, si no tienes sentido crítico, si no sabes ser libre intelectualmente?".

La cuatro leyes de la vida

1ª.- "La persona que llega a nuestra vida, es la persona correcta" ; es decir que nadie llega a nuestras vidas por casualidad, todas las personas que nos rodean, que interactúan con nosotros, están allí por algo, para hacernos aprender y avanzar en cada situación. 2ª.-"Lo que sucede es la única cosa que podía haber sucedido". Nada, pero nada, absolutamente nada de lo que nos sucede en nuestras vidas podría haber sido de otra manera. Ni siquiera el detalle más insignificante. No existe el: "si hubiera hecho tal cosa hubiera sucedido tal otra...". No. Lo que pasó fue lo único que pudo haber pasado y tuvo que haber sido así para que aprendamos esa lección y sigamos adelante. Todas y cada una de las situaciones que nos suceden en nuestras vidas son perfectas, aunque nuestra mente y nuestro ego se resistan y no quieran aceptarlo. 3ª.-"En cualquier momento que comience es el momento correcto" . Todo comienza en el momento indicado, ni an

...Pero el abejorro no lo sabe...

    Llegó a mis manos esta historia desde una red profesional, de manos de un coach. Algunas cosas, si no se saben, mejor " Aerodinámicamente el cuerpo de un abejorro no está hecho para volar ", pero esto el abejorro no lo sabe. " La ley de la física dice que un abejorro no puede volar, cada principio aerodinámico dice que la amplitud de sus alas es muy pequeña para conservar su enorme cuerpo en vuelo, pero un abejorro no lo sabe, el no conoce nada de la física ni su lógica y vuela de todas formas..." Hasta ahora no se me ha ocurrido investigar si es cierto que aerodinamicamente los abejorros no pueden volar... Sin embargo, creo que la historia nos deja mucho para pensar... Eso es lo que todos podemos hacer, volar y prevalecer en cada instante ante cualquier dificultad y ante cualquier circunstancia a pesar de lo que digan. Por lo tanto... seamos como los abejorros, sin importar el tamaño de nuestras alas, alc

Cuento Sufí sobre la rabia

    Dicen que u n monje decide meditar a solas, para lo cual decide ir lejos de su monasterio. Coge una piragua y rema hacia el medio del lago, echa el ancla allí, cierra después los ojos y empieza a  meditar. Después de unas horas de meditación y de silencio, imperturbado, de pronto siente que golpean la piragua y on los ojos aun cerrados, siente crecer como la espuma, en él, el enfado, cuando se dispone a gritar a quien él considera su agresor,  algún barquero pensó él, alguien que osó interrumpirle en su meditación, abre los ojos.   Al abrir los ojos ve que no hay nadie, que el golpe lo ha dado contra su piragua otro bote que no lleva ningún pasajero, está vacío, quizás la embarcación fue a la deriva llegando hasta el medio del lago donde se encontraba el monje tranquilamente meditando. En ese momento, se da cuenta de que la rabia solo habita dentro de él porque simplemente necesita el choque con un objeto externo a él, en este caso también ajeno a su barco, para que pierda los

La generación de los valores

      "En la fila del supermercado, la cajera le dice a un señor mayor que debería traer su propia bolsa, ya que las bolsas de plástico no son buenas para el medio ambiente. El señor pide disculpas y explica: "Es que no había esta moda verde en mis tiempos." La empleada le contestó: "Ese es ahora nuestro problema. Su generación no puso suficiente cuidado en conservar el medio ambiente." Tiene razón, le dice el señor: nuestra generación no tenía esa moda verde en esos tiempos: - En aquel entonces, las botellas de leche, de refrescos y las de cerveza se devolvían, en la tienda y las enviaba de nuevo al fabricante para ser lavadas y esterilizadas antes de llenarlas de nuevo, de manera que se podían usar las mismas botellas una y otra vez. Así, realmente las reciclaban. - Subíamos las escaleras, porque no había escaleras eléctricas en cada comercio ni oficina, así se conservaba energía eléctrica. - Íbamos caminando a los negocios en lugar de ir en coches

Pidiendo sal

    Me contaron una historia que comparto por su utilidad. Resulta que una muchacha dijo haber escuchado a su madre p edir sal a los vecinos. Pero en casa había sal y la hija le preguntó a su madre que por qué pedía sal a la vecina si en la cocina había. A este interrogante la señora contestó que:  " Porque nuestros vecinos no tienen mucho dinero y muchas veces nos piden algo. De vez en cuando también les pido algo pequeño y económico, para que sientan que nosotros también los necesitamos. De esta forma se sentirán más a gusto y les será más fácil seguir pidiéndonos todo lo que necesiten ”. Un buen ejemplo que pasa de madre a hija, la mujer enseñó a su hija a construir, a  ser empática, humilde, solidaria y todos los valores que se sitúan alrededor de este hecho.  

La experiencia es la madre de la ciencia

  El diseño de un producto siempre debe estar alineado para centrarse en la experiencia de su usuario.