No he visto cosa más bonita que un atardecer en Jerusalem, cuando suenan las campanas católicas, el almuédano llamando a la oración a los musulmanes, los sonidos judíos, las distintas vestimentas, y los colores, los olores, sensaciones, percepciones…, lástima que a nivel sociopolítico esté todo tan revuelto, no sé como el ser humano tiene capacidad para estropearlo todo.