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Mostrando las entradas etiquetadas como conquista

La Tierra no nos pertenece, nosotros pertenecemos a la Tierra

    El presidente de Estados Unidos, en 1854, quiso comprar la tierra de los indios Suwamish. Esta es la carta que Seattle, el jefe indio, escribió al presidente el día 16 Septiembre 2019, Franklin Pierce, decimocuarto presidente USA, esclavista y expansionista.    El jefe Seattle, lo era de la tribu Suwamish, los territorios en cuestión estaban al noroeste, en lo que hoy es el estado de Washington. La respuesta del jefe indio fue un discurso dirigido al gobernador territorial Isaac I. Stevens, fue conocida como la Respuesta del jefe Seattle. Campamento de Toro Sentado en la Reserva de Standing Rock. Archivo Bettmann / Getty Images Las palabras del jefe indio se convirtieron en la década de los setenta en una especie de manifiesto del movimiento ecologista, ya que la carta hace hincapié en la humildad, en la conexión del hombre con la naturaleza y advierte de las consecuencias de la actitud occidental frente a esta. Las preocupaciones del jefe indio Seattle siguen siendo nuestras pre

Mi querida España arde

Mi querida España arde. Habría que recordar un poco de Historia Medieval, que ahora parece que vamos para atrás en vez de ir hacia adelante, queizás es una consecuencia lo que vemos a diario del ser de la propia Historia, que es cíclica. Recordemos las técnicas de conquista de los moros cuando entraron invadiendo la Península, España, que lo es no desde los RRCC sino que ya los romanos le llamaban Hispania y los Iberos, naturales de Iberia, que es lo que es desde la oscuridad de los siglos, pese al catalanismo exacerbado y otros independentismos que intentan justificarse a ultranza.  Pues bien. ¿Nadie ha pensado en que las técnicas de conquista musulmanas eran pasar a sangre y fuego, las zonas de conquista. Eran especialmente crueles. Legendariamente se dice que una ardilla podía pasar desde Tarifa a Los Pirineos sin bajarse de los árboles. Pues en Andalucía, eso es lo que nos dejaron, entre otras cosas, claro: ausencia de bosques, y no es que no los tuviésemos