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Mostrando las entradas etiquetadas como Valores

A veces la mejor respuesta es el silencio

En una carrera, el corredor Abel Mutai, representante de Kenia, estaba a solamente a unos metros de la línea de meta, pero antes de llegar se confundió con la señalización; confundido se detuvo, pensó que ya había terminado la carrera. El corredor español, Iván Fernandez, estaba justamente detrás de él y se dio cuenta de lo sucedido. Al darse cuenta empezó a gritar al keniano para que pudiera seguir corriendo. Mutai no sabía español y no le entendió. Entonces Iván Fernandez lo empujó hacia la victoria. Un periodista le preguntó a Iván que por qué había hecho aquello, a lo que Iván respondió: " Mi sueño es que algún día podamos tener una especie de vida comunitaria ". Y el periodista volvió a insistir: ¿Pero, por qué dejaste ganar a Kenia? Iván contestó que no lo dejó ganar, que "é l iba a ganar " (de todas formas). Entonces el periodista le dijo: " ¡Pero podrías haber ganado! ". A lo que respondió Iván mirándole: " . ..Pero, ¿cuál sería el mér

Cuento Sufí sobre la rabia

    Dicen que u n monje decide meditar a solas, para lo cual decide ir lejos de su monasterio. Coge una piragua y rema hacia el medio del lago, echa el ancla allí, cierra después los ojos y empieza a  meditar. Después de unas horas de meditación y de silencio, imperturbado, de pronto siente que golpean la piragua y on los ojos aun cerrados, siente crecer como la espuma, en él, el enfado, cuando se dispone a gritar a quien él considera su agresor,  algún barquero pensó él, alguien que osó interrumpirle en su meditación, abre los ojos.   Al abrir los ojos ve que no hay nadie, que el golpe lo ha dado contra su piragua otro bote que no lleva ningún pasajero, está vacío, quizás la embarcación fue a la deriva llegando hasta el medio del lago donde se encontraba el monje tranquilamente meditando. En ese momento, se da cuenta de que la rabia solo habita dentro de él porque simplemente necesita el choque con un objeto externo a él, en este caso también ajeno a su barco, para que pierda los

La generación de los valores

      "En la fila del supermercado, la cajera le dice a un señor mayor que debería traer su propia bolsa, ya que las bolsas de plástico no son buenas para el medio ambiente. El señor pide disculpas y explica: "Es que no había esta moda verde en mis tiempos." La empleada le contestó: "Ese es ahora nuestro problema. Su generación no puso suficiente cuidado en conservar el medio ambiente." Tiene razón, le dice el señor: nuestra generación no tenía esa moda verde en esos tiempos: - En aquel entonces, las botellas de leche, de refrescos y las de cerveza se devolvían, en la tienda y las enviaba de nuevo al fabricante para ser lavadas y esterilizadas antes de llenarlas de nuevo, de manera que se podían usar las mismas botellas una y otra vez. Así, realmente las reciclaban. - Subíamos las escaleras, porque no había escaleras eléctricas en cada comercio ni oficina, así se conservaba energía eléctrica. - Íbamos caminando a los negocios en lugar de ir en coches

Pidiendo sal

    Me contaron una historia que comparto por su utilidad. Resulta que una muchacha dijo haber escuchado a su madre p edir sal a los vecinos. Pero en casa había sal y la hija le preguntó a su madre que por qué pedía sal a la vecina si en la cocina había. A este interrogante la señora contestó que:  " Porque nuestros vecinos no tienen mucho dinero y muchas veces nos piden algo. De vez en cuando también les pido algo pequeño y económico, para que sientan que nosotros también los necesitamos. De esta forma se sentirán más a gusto y les será más fácil seguir pidiéndonos todo lo que necesiten ”. Un buen ejemplo que pasa de madre a hija, la mujer enseñó a su hija a construir, a  ser empática, humilde, solidaria y todos los valores que se sitúan alrededor de este hecho.  

El Elogio de la lentitud

La prisa y la vida son los conceptos centrales de un autor interesante, Carl Honoré, veamos un resumen de su profunda filosofía. “Creo que vivir deprisa no es vivir, es sobrevivir. Nuestra cultura nos inculca el miedo a perder el tiempo, pero la paradoja es que la aceleración nos hace desperdiciar la vida.” “Hoy todo el mundo sufre la ENFERMEDAD DEL TIEMPO: la creencia obsesiva de que el tiempo se aleja y debes pedalear cada vez más rápido”. “La velocidad es una manera de no enfrentarse a lo que le pasa a tu cuerpo y a tu mente, de evitar las preguntas importantes… Viajamos constantemente por el carril rápido, cargados de emociones, de adrenalina, de estímulos, y eso hace que no tengamos nunca el tiempo y la tranquilidad que necesitamos para reflexionar y preguntarnos qué es lo realmente importante.” “La lentitud nos permite ser más creativos en el trabajo, tener más salud y poder conectarnos con el placer y los otros”. “A menudo, TRABAJAR MENOS significa trabaj