"Una mujer decidió darse por vencida... renunció a su trabajo, a su relación, a su vida. Fue al bosque para hablar con un anciano que decían era muy sabio. -¿Podría darme una buena razón para no darme por vencida? le preguntó. -Mira a tu alrededor, le respondió el maestro, ¿ves el helecho y el bambú? -Sí, respondió la mujer.... -Cuando sembré las semillas del helecho y el bambú, las cuidé muy bien. El helecho rápidamente creció. Su verde brillante cubría el suelo. Pero nada salió de la semilla de bambú. Sin embargo no renuncié al bambú. En el segundo año el helecho creció más brillante y abundante y nuevamente, nada creció de la semilla de bambú. Pero no renuncié al bambú. En el tercer año, aún nada brotó de la semilla de bambú. Pero no renuncié al bambú. En el cuarto año, nuevamente, nada salió de la semilla de bambú. Pero no renuncié al bambú. En el q