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Para tener una idea genial...

“Para tener una idea genial , ten montones de ellas” Thomas Alva Edison

No fracasé, solo...

“ No fracasé , sólo descubrí 999 maneras de como no hacer una bombilla “ Thomas Alva Edison

El genio es...

  ”El genio es un uno por ciento de inspiración y un noventa y nueve por ciento de transpiración “ Thomas Alva Edison
  "La vida no es fácil, para ninguno de nosotros. Pero… ¡qué importa! Hay que perseverar y, sobre todo, tener confianza en uno mismo. Hay que sentirse dotado para realizar alguna cosa y que esa cosa hay que alcanzarla, cueste lo que cueste."   Marie Curie. Nacimiento 7 de noviembre de 1867 Varsovia, Imperio Ruso Fallecimiento 4 de julio de 1934 (66 años) Passy, Francia Residencia Polonia, Francia Nacionalidad Polaca - Francesa Campo Física, química Instituciones La Sorbona Alma máter La Sorbona, ESPCI Supervisor doctoral Henri Becquerel Estudiantes destacados André-Louis Debierne Émile Henriot Marguerite Catherine Perey Conocida por Radiactividad Premios destacados Premio Nobel de Física en 1903 Medalla Davy en 1903 Medalla Matteucci en 1904 Premio Nobel de Química en 1911 Cónyuge Pierre Curie Hijos Irène, Eva Denise La única persona en recibir dos premios Nobel en distint

No puedes guiar el viento...

  No puedes guiar el viento, pero puedes cambiar la dirección de tus velas.

La tortuga y la liebre

      En el mundo de los animales vivía una liebre muy orgullosa, porque ante todos decía que era la más veloz. Por eso, constantemente se reía de la lenta tortuga. -¡Miren la tortuga! ¡Eh, tortuga, no corras tanto que te vas a cansar de ir tan de prisa! -decía la liebre riéndose de la tortuga. Un día, conversando entre ellas, a la tortuga se le ocurrió de pronto hacerle una rara apuesta a la liebre. -Estoy segura de poder ganarte una carrera -le dijo. -¿A mí? -preguntó, asombrada, la liebre. -Pues sí, a ti. Pongamos nuestra apuesta en aquella piedra y veamos quién gana la carrera. La liebre, muy divertida, aceptó. Todos los animales se reunieron para presenciar la carrera. Se señaló cuál iba a ser el camino y la llegada. Una vez estuvo listo, comenzó la carrera entre grandes aplausos. Confiada en su ligereza, la liebre dejó partir a la tortuga y se quedó remoloneando. ¡Vaya si le sobraba el tiempo para ganarle a tan lerda criatura! Luego, empezó a