El propósito de nuestra vida es y debe ser hacer el bien, si nos movemos así, estaremos haciendonos bien a nosotros mismos aunque aparentemente no nos lo parezca o no lo podamos creer del todo. Hacer el bien es propagar energía y la energía tiene efecto bumerang. No solo revierte de nuevo en nosotros, sino que vamos escalando posiciones en el camino que tenemos destinado a seguir.
El propósito de nuestra vida es y debe ser hacer el bien, si nos movemos así, estaremos haciendonos bien a nosotros mismos aunque aparentemente no nos lo parezca o no lo podamos creer del todo. Hacer el bien es propagar energía y la energía tiene efecto bumerang. No solo revierte de nuevo en nosotros, sino que vamos escalando posiciones en el camino que tenemos destinado a seguir.