Perdón y felicidad es el título de este comentario, aunque también parece que sea necesario en ocasiones pedir perdor por la felicidad. Hay personas a las que le molesta la felicidad ajena, por tanto tampoco es que hayan sabido procurarse la propia.
Mientras el ser albergue resentimientos y odio, será imposible ser feliz. Hay que tener mala memoria de vez en cuando, y siempre para algunos temas.
El odio es energía negativa y la energía revierte a su punto de partida aumentada; es el simil de las ondas que hace una piedra al caer al agua, en circulos concéntricos y de progresivo tamaño se transmite la energía.
Aunque parezca que un pensamiento es personal, en realidad no lo es. Un pensamiento nos afecta a nosotros y afecta a lo que nos rodea, sean seres animados o inanimados; afecta a las personas, afecta a las plantas, afecta al resto de los animales que de algún modo se encuentren dentro de nuestro campo energético.
El perdón libera, al que perdona y al otro de su culpa, pero fundamentalmente libera de sufrimientos y procura felicidad.
Como la energía tiene efecto bumerang, emitamos energía positiva, dentro de todo nuestro campo energético se dejará sentir; y a nosotros revertirá aumentada.