Recogemos hoy un pensamiento, en realidad de autor desconocido, pero que recoge en su espacio LinKedIn Jorge Inda y me ha parecido tan evocador que no puedo dejar de compartirlo con los lectores de este blog.
Dice así:
"Le pregunté a uno de mis amigos que ha cruzado los 55 años y se dirige a los 60.
¿Qué tipo de cambio está sintiendo?
Y me envió las siguientes líneas muy interesantes que me gustaría compartir con todos ustedes:
1 Después de amar a mis padres, mis hermanos, mi cónyuge, mis hijos, mis amigos, ahora he comenzado a amarme a mí mismo.
2 Me acabo de dar cuenta que no soy "Atlas". El mundo no descansa sobre mis hombros.
3
Ahora dejé de negociar con vendedores de frutas y verduras. Después de
todo, unos pocos pesos no van a hacer un agujero en mi bolsillo, pero
podrían ayudar al pobre hombre a ahorrar para las cuotas escolares de su
hija.
4 Pago al taxista sin esperar el cambio. El dinero extra
podría traer una sonrisa a su rostro. Después de todo él está trabajando
mucho más duro que yo.
5 Dejé de decirles a los ancianos que ya
han narrado esa historia muchas veces. Después de todo esa historia los
hace caminar por el camino de su memoria y revivir el pasado.
6
He aprendido a no corregir a las personas, hasta cuando sé que están
equivocadas. Después de todo, la responsabilidad de que todos sean
perfectos no está en mis manos. La paz es más preciosa que la
perfección.
7 Doy elogios libre y generosamente. Después de todo, mejora el estado de ánimo no sólo para el receptor, sino también para mi.
8 He aprendido a no molestarme por una mancha en mi ropa. Después de todo la personalidad habla más que las apariencias.
9 Me alejo de las personas que no me valoran. Después de todo puede que no sepan mi valía, pero yo sí.
10 Estoy aprendiendo a no sentir vergüenza por mis emociones. Después de todo son mis emociones las que me hacen humano.
11
He aprendido a que es mejor dejar caer el ego que romper una relación.
Después de todo mi ego me mantendrá distante, mientras que con las
relaciones nunca estaré solo.
12 He aprendido a vivir cada día como si fuera el último. Después de todo, sí podría ser el último.
13 Estoy haciendo lo que me hace feliz. Después de todo soy responsable de mi felicidad y me la debo.
14
He aprendido a valorar a mis amigos, porque cada día los estoy
perdiendo, no porque me enemiste con ellos, sino porque se me
adelantaron a la vida eterna.
15 Valoro todo lo que tengo, más que lo que anhelo, porque lo que tengo es mío: Mi vida, mi familia y mis amigos.
Decidí
enviar esto debido a que me pregunté: ¿Por qué tenemos qué esperar
tanto tiempo? y ¿Por qué no podemos practicar esto en cualquier etapa?
No hay que estar viejo para buscar la felicidad...".
Autor: desconocido