Aportación de Lluciá Pou Sabaté:
Hola!
...
“A lo largo de los años, los seres humanos nos hemos ido separando más y más de nuestra esencia, perdiendo así el contacto con nosotros mismos, esto ha ido generando estados de ansiedad, pérdida del control de nuestra vida, sensación de soledad, estrés, estados de vacío, bajones de energía, depresión, etc., porque no somos capaces de gestionar ni nuestras emociones ni nuestra energía.
Hemos dejado de ser libre-pensadores, para dejar a otros que piensen por nosotros, nos hemos alejando de nuestro espíritu, para dejar que nuestra mente tome el control, un control en apariencia satisfactorio, pero solo en apariencia, generando así una espiral de emociones y sentimientos que no son propios de seres humanos conscientes, que tienen las riendas de su vida.
Estamos tan preocupados y atentos con problemas triviales, que no nos damos cuenta de los efectos secundarios.
No vemos más allá de nuestras narices, y cuando tratamos con otros seres humanos, en lugar de vivir el momento, empatizar y compartir, intentamos ver lo peor de ellos para sentirnos mejor con nosotros mismos, y así sentirnos mas seguros, en lugar de darnos cuenta de que todos somos espejos de todos.
Todo esto pasa porque hemos perdido el conocimiento de quienes somos, hemos sustituido la comprensión, la humildad, el amor y la sabiduria interior, por sentimiento de culpa, inseguridad y miedo, creando una falta de armonía total.
Pero eso ya no nos sirve, tenemos que recuperar lo que hemos ido perdiendo por el camino, para pasar de homo-sapiens a homo-cognos, ha llegado la hora de “ser”, de ser nosotros mismos, de ser seres conscientes, de usar nuestra capacidad mental de discernir y de escuchar a nuestro corazón.
Tenemos que soltar lastre para dar paso a lo que verdaderamente somos, a partir de ahora vamos a dejar atrás los sentimientos de culpa.
El ser humano, tiene derecho a equivocarse cuantas veces sean, ¡Pues vamos a hacerlo!, pero ahora dando gracias por las lecciones tan valiosas, que aprendemos al equivocarnos.
Hay que volver a vivir bajo las Leyes del Universo que tienen una perfección absoluta” (Annie Marquier, citado en http://sofia- caminosdeconciencia.blogspot. com.es/2012/10/annie-marquier. html).
“A lo largo de los años, los seres humanos nos hemos ido separando más y más de nuestra esencia, perdiendo así el contacto con nosotros mismos, esto ha ido generando estados de ansiedad, pérdida del control de nuestra vida, sensación de soledad, estrés, estados de vacío, bajones de energía, depresión, etc., porque no somos capaces de gestionar ni nuestras emociones ni nuestra energía.
Hemos dejado de ser libre-pensadores, para dejar a otros que piensen por nosotros, nos hemos alejando de nuestro espíritu, para dejar que nuestra mente tome el control, un control en apariencia satisfactorio, pero solo en apariencia, generando así una espiral de emociones y sentimientos que no son propios de seres humanos conscientes, que tienen las riendas de su vida.
Estamos tan preocupados y atentos con problemas triviales, que no nos damos cuenta de los efectos secundarios.
No vemos más allá de nuestras narices, y cuando tratamos con otros seres humanos, en lugar de vivir el momento, empatizar y compartir, intentamos ver lo peor de ellos para sentirnos mejor con nosotros mismos, y así sentirnos mas seguros, en lugar de darnos cuenta de que todos somos espejos de todos.
Todo esto pasa porque hemos perdido el conocimiento de quienes somos, hemos sustituido la comprensión, la humildad, el amor y la sabiduria interior, por sentimiento de culpa, inseguridad y miedo, creando una falta de armonía total.
Pero eso ya no nos sirve, tenemos que recuperar lo que hemos ido perdiendo por el camino, para pasar de homo-sapiens a homo-cognos, ha llegado la hora de “ser”, de ser nosotros mismos, de ser seres conscientes, de usar nuestra capacidad mental de discernir y de escuchar a nuestro corazón.
Tenemos que soltar lastre para dar paso a lo que verdaderamente somos, a partir de ahora vamos a dejar atrás los sentimientos de culpa.
El ser humano, tiene derecho a equivocarse cuantas veces sean, ¡Pues vamos a hacerlo!, pero ahora dando gracias por las lecciones tan valiosas, que aprendemos al equivocarnos.
Hay que volver a vivir bajo las Leyes del Universo que tienen una perfección absoluta” (Annie Marquier, citado en http://sofia-