l británico Cyril Northcote Parkinson, en 1957 enunció la ley que posteriormente sería conocida como una de las leyes que llevan su nombre.
La ley de Parkinson dice que "toda tarea tiende a expandirse consumiendo todo el tiempo disponible".
Las emociones que no se expresan inundan la mente y bloquean nuestra capacidad para escuchar y abrirnos al mundo con curiosidad y nos hacen perder la perspectiva del otro.
Las tareas no insumen el tiempo que requieren para ser realizadas sino que tienden a llevarnos a ocupar todo nuestro tiempo disponible para su realización.
En este nuevo escenario que se nos viene planteando, de trabajo en casa, hay que delimitar más la frontera entre el mundo profesional y familiar porque tiende a desdibujarse.
Debemos estar atentos a que lo laboral se circunscriba a lo laboral, que no se expanda y que no ocupe todo nuestro tiempo disponible, porque eso irá en detrimento de los otros roles de la vida. Hay que nonerle reloj a las tareas.