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Lo pobres que son los ricos

  Compartido por Jorge Inda en In "Un Padre económicamente acomodado, queriendo que su hijo supiera lo que es ser pobre Lo llevó para que pasara un par de días en el monte con una familia campesina. Pasaron tres días y dos noches en su vivienda del campo. En el automóvil, retornando a la ciudad, el padre preguntó a su hijo: ¿Qué te pareció la experiencia?… Buena, contestó el hijo con la mirada puesta a la distancia. Y… ¿Qué aprendiste?, insistió el padre… El hijo contestó: 1.- Que nosotros tenemos un perro y ellos tienen cuatro. 2.- Nosotros tenemos una piscina con agua estancada que llega a la mitad del jardín… Y ellos tienen un río sin fin, de agua cristalina, donde hay pececitos, y otras bellezas. 3.- Que nosotros importamos linternas del Oriente para alumb

El helecho, el bambú y el hombre

  "Una mujer decidió darse por vencida... renunció a su trabajo, a su relación, a su vida. Fue al bosque para hablar con un anciano que decían era muy sabio. -¿Podría darme una buena razón para no darme por vencida? le preguntó. -Mira a tu alrededor, le respondió el maestro, ¿ves el helecho y el bambú? -Sí, respondió la mujer.... -Cuando sembré las semillas del helecho y el bambú, las cuidé muy bien. El helecho rápidamente creció. Su verde brillante cubría el suelo. Pero nada salió de la semilla de bambú. Sin embargo no renuncié al bambú. En el segundo año el helecho creció más brillante y abundante y nuevamente, nada creció de la semilla de bambú. Pero no renuncié al bambú. En el tercer año, aún nada brotó de la semilla de bambú. Pero no renuncié al bambú. En el cuarto año, nuevamente, nada salió de la semilla de bambú. Pero no renuncié al bambú. En el q

Hablaba la razón

Colaboración de Isabel Martín Sánchez: Hablaba la razón, pura lógica, desde el cerebro. Escuchaba el corazón, atento y con sentimiento. -"No te dejes embaucar por palabras bellas pero vacías, no quieras ver lo que no hay en emociones fingidas" Valiente y apasionado el sentimiento se enfada, encerrado en el corazón, todo pasión, todo ganas. No entiende que se hagan risas si no se está contento Ni de “te quiero” falsos, ni de abrazos a destiempo. -"Fría y calculada razón que conoces bien la cabeza Haces bien en no fingir, pones juicio a mi demencia. No intentes convencerme el alma que me llena de emociones, los rincones de mi corazón están repletos de traiciones. Yo aprendí a vivir, gestionando alegrías y penas, por mucho que me razones, seguiré con mi condena" El corazón agradecido intenta agregar talento. Mientras la razón, desde el cerebro, se encariña al sentimiento Isabel M. S.

Nelson Mandela sobre la violencia y el rencor

"Después de convertirme en presidente, le pedí a algunos miembros de mi escolta que fuésemos a pasear por la ciudad. Tras el paseo, fuimos a almorzar a un restaurante. Nos sentamos en uno de los más céntricos, y cada uno de nosotros pedimos lo que quiso. Después de un tiempo de espera apareció el camarero trayendo nuestros menús. Fue justo entonces cuando me di cuenta de que en la mesa que estaba justo frente a la nuestra, había un hombre solo, esperando ser atendido. Cuando fue servido, le dije a uno de mis soldados: ve a pedirle a ese señor que se una a nosotros. El soldado fue y le transmitió mi invitación. El hombre se levantó, cogió su plato y se sentó justo a mi lado. Mientras comía sus manos temblaban constantemente y no levantaba la cabeza de su comida. Cuando terminamos, se despidió de mí sin apenas mirarme, le di la mano y se marchó. El soldado me comentó: Madiva, ese hombre debía e

Discutir con necios es perder el tiempo

  La peor pérdida de tiempo no es otra que discutir con un necio o con un fanático al quien no le importa más que salirse con la suya, no le importa la verdad, no ve la realidad tal cual es, sino sólo la victoria de su voluntad, de sus creencias, de sus ilusiones.  No hay que perder tiempo en discusiones con estas personas porque no tienen sentido. Como dijo el mago: "No le de más vueltas, no tiene sentido"..., y esto es porque hay personas que por muchas evidencias, por muchas pruebas que se les presenten, no son capaces de comprender, no quieren; y a otras las ciega su ego, el odio, el resentimiento, lo único que quieren es tener la razón, aunque incluso sepan que no la tienen. Es tal y como decía el refrán: "Cuando la ignorancia grita, la inteligencia calla".  Así que hay que valora, pero sobre todo saber que nuestra paz y tranquilidad valen infinitamente más que trifulcas sin sentido. Existe una fábula con moraleja, según la cual hay que evitar de todas tod

Ser libre intelectualmente

    Dice Emilio Lledó: "A mí me llama la atendción que siempre se habla y, con razón, de libertad de expresión.  Es obvio que hay que tener eso, pero lo que hay que tener, principal y primariamente, es libertad de pensamiento. ¿Qué me importa a mí la libertad de expresión si no digo más que imbecilidades?. ¿Para qué sirve si no sabes pensar, si no tienes sentido crítico, si no sabes ser libre intelectualmente?".

La cuatro leyes de la vida

1ª.- "La persona que llega a nuestra vida, es la persona correcta" ; es decir que nadie llega a nuestras vidas por casualidad, todas las personas que nos rodean, que interactúan con nosotros, están allí por algo, para hacernos aprender y avanzar en cada situación. 2ª.-"Lo que sucede es la única cosa que podía haber sucedido". Nada, pero nada, absolutamente nada de lo que nos sucede en nuestras vidas podría haber sido de otra manera. Ni siquiera el detalle más insignificante. No existe el: "si hubiera hecho tal cosa hubiera sucedido tal otra...". No. Lo que pasó fue lo único que pudo haber pasado y tuvo que haber sido así para que aprendamos esa lección y sigamos adelante. Todas y cada una de las situaciones que nos suceden en nuestras vidas son perfectas, aunque nuestra mente y nuestro ego se resistan y no quieran aceptarlo. 3ª.-"En cualquier momento que comience es el momento correcto" . Todo comienza en el momento indicado, ni an

...Pero el abejorro no lo sabe...

    Llegó a mis manos esta historia desde una red profesional, de manos de un coach. Algunas cosas, si no se saben, mejor " Aerodinámicamente el cuerpo de un abejorro no está hecho para volar ", pero esto el abejorro no lo sabe. " La ley de la física dice que un abejorro no puede volar, cada principio aerodinámico dice que la amplitud de sus alas es muy pequeña para conservar su enorme cuerpo en vuelo, pero un abejorro no lo sabe, el no conoce nada de la física ni su lógica y vuela de todas formas..." Hasta ahora no se me ha ocurrido investigar si es cierto que aerodinamicamente los abejorros no pueden volar... Sin embargo, creo que la historia nos deja mucho para pensar... Eso es lo que todos podemos hacer, volar y prevalecer en cada instante ante cualquier dificultad y ante cualquier circunstancia a pesar de lo que digan. Por lo tanto... seamos como los abejorros, sin importar el tamaño de nuestras alas, alc

Cuento Sufí sobre la rabia

    Dicen que u n monje decide meditar a solas, para lo cual decide ir lejos de su monasterio. Coge una piragua y rema hacia el medio del lago, echa el ancla allí, cierra después los ojos y empieza a  meditar. Después de unas horas de meditación y de silencio, imperturbado, de pronto siente que golpean la piragua y on los ojos aun cerrados, siente crecer como la espuma, en él, el enfado, cuando se dispone a gritar a quien él considera su agresor,  algún barquero pensó él, alguien que osó interrumpirle en su meditación, abre los ojos.   Al abrir los ojos ve que no hay nadie, que el golpe lo ha dado contra su piragua otro bote que no lleva ningún pasajero, está vacío, quizás la embarcación fue a la deriva llegando hasta el medio del lago donde se encontraba el monje tranquilamente meditando. En ese momento, se da cuenta de que la rabia solo habita dentro de él porque simplemente necesita el choque con un objeto externo a él, en este caso también ajeno a su barco, para que pierda los

La generación de los valores

      "En la fila del supermercado, la cajera le dice a un señor mayor que debería traer su propia bolsa, ya que las bolsas de plástico no son buenas para el medio ambiente. El señor pide disculpas y explica: "Es que no había esta moda verde en mis tiempos." La empleada le contestó: "Ese es ahora nuestro problema. Su generación no puso suficiente cuidado en conservar el medio ambiente." Tiene razón, le dice el señor: nuestra generación no tenía esa moda verde en esos tiempos: - En aquel entonces, las botellas de leche, de refrescos y las de cerveza se devolvían, en la tienda y las enviaba de nuevo al fabricante para ser lavadas y esterilizadas antes de llenarlas de nuevo, de manera que se podían usar las mismas botellas una y otra vez. Así, realmente las reciclaban. - Subíamos las escaleras, porque no había escaleras eléctricas en cada comercio ni oficina, así se conservaba energía eléctrica. - Íbamos caminando a los negocios en lugar de ir en coches

Pidiendo sal

    Me contaron una historia que comparto por su utilidad. Resulta que una muchacha dijo haber escuchado a su madre p edir sal a los vecinos. Pero en casa había sal y la hija le preguntó a su madre que por qué pedía sal a la vecina si en la cocina había. A este interrogante la señora contestó que:  " Porque nuestros vecinos no tienen mucho dinero y muchas veces nos piden algo. De vez en cuando también les pido algo pequeño y económico, para que sientan que nosotros también los necesitamos. De esta forma se sentirán más a gusto y les será más fácil seguir pidiéndonos todo lo que necesiten ”. Un buen ejemplo que pasa de madre a hija, la mujer enseñó a su hija a construir, a  ser empática, humilde, solidaria y todos los valores que se sitúan alrededor de este hecho.  

La experiencia es la madre de la ciencia

  El diseño de un producto siempre debe estar alineado para centrarse en la experiencia de su usuario.

Una piedra

    El distraído tropezó con ella. El violento la utilizó como proyectil. El emprendedor construyó con ella. El campesino, cansado, se sentó en ella. Para los niños fue un juguete. David mató a Goliat con ella. Miguel Ángel hizo con ella la más bella escultura. En todos los casos la diferencia no estuvo en la piedra sino en la persona. No existe piedra en tu camino que no puedas aprovechar para tu propio crecimiento.

El CAJÓN DE MI ABUELA

      Colaboración de Isabel Martín Sánchez. El CAJÓN DE MI ABUELA.   La casa de mi abuela era un sitio especial, tan especial como ella misma.   Yo solo tenía una casa de mi abuela, la de mis abuelos y su numerosa familia, la otra era mi propia casa.   Tuve la suerte de vivir con una abuela que fue compañera y guía y disfrutar de otra que era luz. Un día hablaré de mi abuelo, el único que conocí y el primero que me hizo experimentar el profundo dolor que supuso su ausencia.   Había un cajón en el aparador de mi abuela que era distinto a los demás, no por su apariencia, si no por su contenido. Era ese espacio que todos tenemos para depositar pequeños objetos fuera de uso de los que no nos queremos desprender; cadenas rotas, llaveros con propagandas, llaves que ya no abren nada, un bolígrafo que dejó de pintar, tarjetas, fotos, una entrada de cine usada... Objetos varios que una vez fueron necesarios y muy queridos, que cayeron en desuso, esos de los que un día te acuerdas, vuelves a bu

Nos daña lo que permitimos que nos dañe

    Historia compartida en LinkedIn por Jorge Inda: "Cuando Mahatma Gandhi estudiaba Derecho en Londres, un profesor de apellido Peters le tenía mala voluntad....pero, el alumno Gandhi nunca le bajó la cabeza y eran muy comunes sus encuentros. Un día Peters estaba almorzando en el comedor de la Universidad y Gandhi venía con su bandeja y se sentó a su lado. El profesor muy altanero, le dice: "Estudiante Gandhi, ¡¡ usted no entiende !! Un puerco y un pájaro, no se sientan a comer juntos". Gandhi le contesta: -¡Esté usted tranquilo profesor, yo me voy volando!" y se cambió de mesa. El profesor Peters lleno de rabia, porque entendió que el estudiante le había llamado PUERCO, decidió vengarse con el próximo examen...Pero el alumno respondió con brillantez a todas las preguntas. Entonces el

Cambios en la madurez

  Recogemos hoy un pensamiento, en realidad de autor desconocido, pero que recoge en su espacio LinKedIn Jorge Inda y me ha parecido tan evocador que no puedo dejar de compartirlo con los lectores de este blog. Dice así: "Le pregunté a uno de mis amigos que ha cruzado los 55 años y se dirige a los 60. ¿Qué tipo de cambio está sintiendo? Y me envió las siguientes líneas muy interesantes que me gustaría compartir con todos ustedes: 1 Después de amar a mis padres, mis hermanos, mi cónyuge, mis hijos, mis amigos, ahora he comenzado a amarme a mí mismo. 2 Me acabo de dar cuenta que no soy "Atlas". El mundo no descansa sobre mis hombros. 3 Ahora dejé de negociar con vendedores de frutas y verduras. Después de todo, unos pocos pesos no van a hacer un agujero en mi bolsillo, pero podrían ayudar al pobre hombre a ahorrar para las cuotas escolares de su hija. 4 Pago al taxista sin esperar el cambio. El dinero extra podría traer una sonrisa a su rostro. Después de todo él es

Llegó a la orilla para contemplar el mar

    Colaboración de Isabel Martín Sánchez:   Llegó a la orilla para contemplar el mar, puesta la vista en el horizonte y el corazón latiendo con fuerza. Sus pies se hundían en la arena mojada.    Se sentó donde vienen a morir las olas y dejó que fueran sus pensamientos quienes la mecieran al ritmo de la marea, al son de la vida.   Allí, el romper del agua sobre su regazo, le hacía sentir viva, tan viva como el mar avanzando lentamente en su camino a la pleamar.   La mirada perdida en el horizonte, los ojos inundados de amargura con sabor a sal, vertiendo su tristeza sobre un cuerpo empapado en espuma de marejada.   Se sintió pequeña ante aquella inmensidad. No podía detener el avance de ese inexorable devenir de la marea, que bajo el influjo mágico de la luna; a la luz del sol o bajo el brillo de las estrellas, seguía incansable su camino.   No, no podía evitar ese avance, ni la actitud impasible, indolente e intolerable que la envolvía como una espesa niebla que le impedía pensar con

Esperó... Esperó y esperó

Colaboración de nuestra amiga Isabel Martín Sánchez.   Esperó... Esperó y esperó en vano mientras se iba rompiendo poco a poco, vestida de juicios, con perfume de vacío. Ante sus ojos se abría un abismo insondable, tan insondable como el silencio de las marionetas; tan ciegas, tan sordas, tan mudas ¡Tan manipulables! Lentamente se fue ahogando en el mar de la indiferencia. Los acontecimientos se clavaban en el alma como un cuchillo de acero, haciendo que se quebrara como el más fino cristal. De repente todo había adquirido sentido; tanto esfuerzo, tanto desgaste, tanto... Sólo sirvió para alimentar el ego de los que no saben mirar hacia dentro. Rota en mil pedazos fue recogiéndolos uno a uno, con paciencia infinita los fue pegando, los reforzó para hacerlos más resistentes, dejó sin maquillar las líneas que mostraban sus heridas, ellas le recordarían el precio que había pagado, luego, erguida, fue cortando uno por uno los hilos que la unian a esas marionetas en las que un día creyó. No

Fábula que justifica la no discusión. El burro, el tigre y el león

    El burro le dijo al tigre: - "El pasto es azul".   El tigre respondió: - "No, el pasto es verde".   La discusión subió de tono y los dos decidieron someterlo a arbitraje, para ello pusieron la cuestión en manos del león, el Rey de la Selva.   Antes de llegar al claro del bosque, donde el león estaba sentado en su trono, el burro empezó a gritar: - "Su Alteza, ¿es cierto que el pasto es azul?".   El león respondió: - "Cierto, el pasto es azul".   El burro se apresuró y continuó: - "El tigre no está de acuerdo conmigo, me contradice y molesta, por favor, castígalo".   El rey entonces declaró: - "El tigre será castigado con 5 años de silencio".   El burro saltó alegremente y siguió su camino, contento y repitiendo: - “El pasto es azul”, “El pasto es azul” ...   El tigre aceptó su castigo, pero antes le preguntó al león: - "Su Majestad, ¿por qué me ha castigado?, después de todo, el pasto es verde".   El león respond

La condena de una sociedad

  Hace unos 70 años una mujer habló como si estuviese en España en pleno 2021. El día 2 de Febrero de 1905 nace en San Petersburgo Alissa Zinovivezna, filósofa y escritora que utilizó el seudónimo de Ayn Rand. Fallece en Marzo de 1982 en Nueva York. Sus palabras, pronunciadas en 1950, son más que oportunas. Fueron estas: " Cuando adviertas que para producir necesitas obtener autorización de quienes no producen nada; cuando compruebes que el dinero fluye hacia quienes no trafican con bienes, sino con favores; cuando percibas que muchos se hacen ricos por el soborno y por influencias más que por su trabajo; y que las leyes no te protegen contra ellos sono, por el contrario, son ellos los que están protegidos contra tí; cuando descubras que la corrupción es recompensada y la honradez se convierte en un auto-sacrificio, entonces podrás afirmar, sin temor a equivocarte, que tu sociedad está condenada".