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Sobre la ingratitud y la soberbia

   Dice Cervantes en Don Quijote de la Mancha que: “La ingratitud es hija de la soberbia” .  Cervantes resalta la virtud de ser agradecidos, agradecer lo que se tiene y pensar qué tal sería la vida si no lo tuviésemos. Es importante reconocer que no ser grato es ser ingrato, no reconocer lo que otros han hecho o hacen por nosotros. Una persona no puede estar tan poseida de sí misma como para estimar que nadie es mejor que ella. Hay que justipreciarse, ni más ni menos, ni considerarse menos, ni considerarse de más, porque todos tienen cualidades y nunca una sola persona tiene en sí todas las cualidades. No reconocer esto es soberbia, siendo la soberbia enemiga de la humildad. Los logros se obtienen de forma honesta y de forma transparente, cada cual debe llegar a dar cuenta de sus capacidades al máximo, de no ser así, no merece estas gracias. Ser ingrato es pues una forma de traición a sí mismo.

Sobre la libertad, la honra y la vida

   Decía Cervantes en Don Quijote de la Mancha que “por la libertad, así como por la honra, se puede y se debe aventurar la vida” , esta aseveración alude a la valentía, al valor que debe tenerse para defender la libertad, el libre albedrío y su ejercicio pleno hacen del hombre lo que es y lo conectan con su ser, sin libertad el hombre es una cosa en manos de otros y vive enajenado.  La honra y el honor comprometen moralmente al hombre, su carencia determina un ser despreciable, sin honor, deshonrado, delincuente. Tanto la libertad como el honor merecen que se arriesgue la vida por ellos.

No huye el que se retira

  No huye el que se retira” , es lo que dice Cervantes en una frase en su obra culmen Don Quijote de la Mancha . Alude al momento en que es necesario quedar en un segundo plano o desaparecer de la escena si la ocasión lo requiere, no se trata de una huida sino de un movimiento sabio que puede evitar problemas o favorecer alguna cosa. Huir es alejarse precipitadamente de un lugar o apartarse de alguna persona, ya sea por temor o bien para evitar un daño o peligro. Es marcharse del lugar en que está un animal humano o no humano, pero siempre mediando precipitación o miedo, sin embargo la frase no alude a esto sino a un distanciamiento meditado. La retirada es el cese en una actividad determinada una vez cumplida una misión. Cuando ya no se es útil o es mejor ausentarse para favorecer una determinada situación, lo mejor es hacer caso a Cervantes.

Vio la muerte pasar, no era su momento aún...

  Vio la muerte pasar, no era su momento aún.   Recogió los jirones que quedaban de su maltrecha experiencia.   Era la oportunidad de un nuevo renacer. Había llegado la hora de su metamorfosis.   Se encerró con el alma hecha pedazos y comenzó a armar el puzzle de su existencia.   La vida le había dado una oportunidad, no podía desaprovecharla, no bastaba con remendar, había que recomponer y había que hacerlo de la forma más hermosa.   Zurció sus trozos y creo una trama sobre la que bordar. Y bordó... Bordó bellas mariposas. Ellas le recordarían que de una dolorosa transformación puede surgir la belleza más sublime.   Y eso que bordó desde lo más profundo de su alma, se hizo realidad. Desarrolló unas espléndidas alas que la elevaban a lo más alto, que, a pesar de su aparente fragilidad, le ofrecían un cielo entero donde espandirse.   Se posó sobre aquellas mejillas que una vez fueron terciopelo para sus labios, no podía abrazarla y voló a su alrededor creando un canal de protección, co

La cultura del error

Compartido por  Jorge Inda en LinkedIn " Un día, un profesor escribió así en la pizarra: 9x1 = 09 9x2 = 18 9x3 = 27 9x4 = 36 9x5 = 45 9x6 = 54 9x7 = 63 9x8 = 72 9x9 = 81 9x10 = 91 En la sala se hicieron muchas burlas porque el profesor se había equivocado: 9x10 = 91, siendo que la respuesta correcta es 90. Todo el salón se rió de él. Entonces esperó que todos se callaran, y solo después dijo: ¡Así es como eres visto en el mundo! Yo me equivoqué a propósito para mostrarles cómo el mundo se comporta ante algún error tuyo. Ninguno de ustedes me felicitó por haber acertado nueve veces! Ninguno que te haya visto haciendo lo correcto te elogió por eso. ¡No! Pero todas las personas te ridiculizaron, blasfemaron, humillaron y se burlaron de ti porque te equivocaste solo una vez. ¡Así es la vida! Debemos aprender a valorar a las personas por "Sus aci

A veces la mejor respuesta es el silencio

En una carrera, el corredor Abel Mutai, representante de Kenia, estaba a solamente a unos metros de la línea de meta, pero antes de llegar se confundió con la señalización; confundido se detuvo, pensó que ya había terminado la carrera. El corredor español, Iván Fernandez, estaba justamente detrás de él y se dio cuenta de lo sucedido. Al darse cuenta empezó a gritar al keniano para que pudiera seguir corriendo. Mutai no sabía español y no le entendió. Entonces Iván Fernandez lo empujó hacia la victoria. Un periodista le preguntó a Iván que por qué había hecho aquello, a lo que Iván respondió: " Mi sueño es que algún día podamos tener una especie de vida comunitaria ". Y el periodista volvió a insistir: ¿Pero, por qué dejaste ganar a Kenia? Iván contestó que no lo dejó ganar, que "é l iba a ganar " (de todas formas). Entonces el periodista le dijo: " ¡Pero podrías haber ganado! ". A lo que respondió Iván mirándole: " . ..Pero, ¿cuál sería el mér

La vida es eso que se escribe al compás de las agujas de un reloj

 Colaboración de Isabel Martín Sanchez: "La vida es eso que se escribe al compás de las agujas de un reloj, con tinta de experiencia, caligrafía de emociones y color de actitud sobre el lienzo de nuestra piel. La vida es eso que perdemos en cada suspiro, a pulsaciones pausadas o latidos acelerados, entre risas dulces o lágrimas saladas. Es un ovillo con el que tejer nuestra historia. Entre nacer y morir solo hay un instante y se llama VIDA. Sus cabellos, antes endrina y ahora plata, caían en cascada sobre sus cargados hombros. Su rostro, de piel marchita por los años, mostraba una sonrisa dulce como el caramelo, que transmitía a través de sus ojos brillantes, iluminando allí donde miraba. Su tacto suave, su hablar pausado... Sus caricias de terciopelo. Sus brazos, alas de ángel. Al lecho de sus recuerdos había trasladado la luz de sus mejores amaneceres para ofrecer un espléndido atardecer. Vivió la primavera de su vida escogiendo de aquellas flores lo que solo su alma era capaz

La Tierra no nos pertenece, nosotros pertenecemos a la Tierra

    El presidente de Estados Unidos, en 1854, quiso comprar la tierra de los indios Suwamish. Esta es la carta que Seattle, el jefe indio, escribió al presidente el día 16 Septiembre 2019, Franklin Pierce, decimocuarto presidente USA, esclavista y expansionista.    El jefe Seattle, lo era de la tribu Suwamish, los territorios en cuestión estaban al noroeste, en lo que hoy es el estado de Washington. La respuesta del jefe indio fue un discurso dirigido al gobernador territorial Isaac I. Stevens, fue conocida como la Respuesta del jefe Seattle. Campamento de Toro Sentado en la Reserva de Standing Rock. Archivo Bettmann / Getty Images Las palabras del jefe indio se convirtieron en la década de los setenta en una especie de manifiesto del movimiento ecologista, ya que la carta hace hincapié en la humildad, en la conexión del hombre con la naturaleza y advierte de las consecuencias de la actitud occidental frente a esta. Las preocupaciones del jefe indio Seattle siguen siendo nuestras pre

Sobre la muerte y la eternidad

  Dijo Eckart Tolle en El Silencio Habla:   "La gente suele sentirse incómoda con los finales, porque cada final es una pequeña muerte. Por eso en muchas lenguas, la palabra “adiós” significa volveremos a “vernos”.   Cuando una experiencia – una reunión de amigos, unas vacaciones, que tus hijos crezcan y se vayan de casa – llega a su fin, mueres un poco. La “forma” que esa experiencia tenía en tu conciencia  se disuelve. Esto suele producir un sentimiento de vacío que muchas personas prefieren no sentir, no afrontar.   Si puedes aprender a aceptar, e incluso a dar la bienvenida a los finales de tu vida, tal vez descubras que el sentimiento de vacío, que inicialmente te pareció incómodo, se convierte en una sensación de espacio interno que es profundamente apacible.   Aprendiendo a morir diariamente de este modo, te abres a la vida".

Para tí

 Colaboración de Isabel Martín Sánchez     Para ti, que amas por encima de ti.   Para tí, que das sin recibir.   Para quien buscó y no encontró.   Para quien encontró y no supo corresponder...   Para quien, a pesar de las dificultades, siempre descubrió un motivo para seguir y una oportunidad  para crecer.   Para los que estuvieron, los que están y los que estarán.   Había oscurecido, tumbada en su hamaca miró al cielo envuelto en sombras y lo imaginó como un grandioso acerico cuajado de brillantes alfileres, soñó en recomponer los jirones de su alma herida y zurcirlos con esos finísimos hilos de luz, mágicos y transparentes, que atraviesan el firmamento uniendo constelaciones.   Sintió el beso de una refrescante brisa que, en el calor de la noche, traía aromas a yerbabuena recién regada, a romero, a jazmines y arrayán... a "conciencia" de flores blancas.   Sintió ese éxtasis que penetra por los sentidos, que conecta lo humano y lo divino, cuerpo y espíritu y se sintió infin

Lo pobres que son los ricos

  Compartido por Jorge Inda en In "Un Padre económicamente acomodado, queriendo que su hijo supiera lo que es ser pobre Lo llevó para que pasara un par de días en el monte con una familia campesina. Pasaron tres días y dos noches en su vivienda del campo. En el automóvil, retornando a la ciudad, el padre preguntó a su hijo: ¿Qué te pareció la experiencia?… Buena, contestó el hijo con la mirada puesta a la distancia. Y… ¿Qué aprendiste?, insistió el padre… El hijo contestó: 1.- Que nosotros tenemos un perro y ellos tienen cuatro. 2.- Nosotros tenemos una piscina con agua estancada que llega a la mitad del jardín… Y ellos tienen un río sin fin, de agua cristalina, donde hay pececitos, y otras bellezas. 3.- Que nosotros importamos linternas del Oriente para alumb

El helecho, el bambú y el hombre

  "Una mujer decidió darse por vencida... renunció a su trabajo, a su relación, a su vida. Fue al bosque para hablar con un anciano que decían era muy sabio. -¿Podría darme una buena razón para no darme por vencida? le preguntó. -Mira a tu alrededor, le respondió el maestro, ¿ves el helecho y el bambú? -Sí, respondió la mujer.... -Cuando sembré las semillas del helecho y el bambú, las cuidé muy bien. El helecho rápidamente creció. Su verde brillante cubría el suelo. Pero nada salió de la semilla de bambú. Sin embargo no renuncié al bambú. En el segundo año el helecho creció más brillante y abundante y nuevamente, nada creció de la semilla de bambú. Pero no renuncié al bambú. En el tercer año, aún nada brotó de la semilla de bambú. Pero no renuncié al bambú. En el cuarto año, nuevamente, nada salió de la semilla de bambú. Pero no renuncié al bambú. En el q