Hoy he recibido este comentario de un amigo que quiero compartir: Cuentan de una joven que se quejaba a su madre acerca de su vida y cómo las cosas le resultaban tan difíciles. Se sentía hundida. Cuando la cosa parecía que no podía ir a peor, aparecía otro problema. La madre, en la cocina, mientras escuchaba puso en agua hirviendo zanahorias, un huevo y granos de café. Ya hervidas, la madre sacó las zanahorias, huevos y sirvió el café en una taza. Le dijo: "-¿qué ves?” -"Zanahorias huevos y café"- respondió: “las zanahorias están blandas, el huevo está duro, el café huele bien”. La madre le explicó: “los tres han estado en agua hirviendo, pero habían reaccionado en forma diferente: la zanahoria llegó fuerte y se había vuelto blanda, el huevo había llegado líquido bajo la cáscara, pero su interior se había endurecido, los granos de café habían cambiado el agua. ¿Cuál eres tú?", le preguntó a su hija.